ResumenIntroducción: la incidencia de incidentalomas suprarrenales ha aumentado con el uso de técnicas modernas de imagen y la indicación quirúrgica se basa en la sospecha de malignidad o hiperfunción.Objetivos: revisar una casuística de incidentalomas suprarrenales operados.Pacientes y método: 16 pacientes operados entre los años 2010 y 2017 en dos instituciones de asistencia médica. Se describen aspectos diagnósticos, técnica operatoria y morbimortalidad de los procedimientos.Resultados: la mayoría de los procedimientos se realizaron por abordaje laparoscópico, destacándose tres complicaciones intraoperatorias, sin mortalidad en la serie. La lesión más frecuentemente encontrada fue el adenoma no funcionante.Discusión: la llave diagnóstica, clave en la decisión de seguir u operar un incidentaloma suprarrenal, es la imagenología. El protocolo de seguimiento continúa siendo objeto de debate actualmente, así como la indicación de cirugía en lesiones funcionantes subclínicas.Conclusiones: la suprarrenalectomía laparoscópica es una cirugía segura, con cifras de morbimortalidad en el rango descrito por la literatura.
Palabras clave: INCIDENTALOMA SUPRARRENAL
Key words:ADRENAL INCIDENTALOMA
IntroducciónUn incidentaloma suprarrenal (IS) es una masa mayor de 1 cm de diámetro descubierta en forma inesperada en una prueba de imagen realizada en un paciente sin sospecha de enfermedad a nivel de la glándula. Se trata de una situación relativamente frecuente, estimán-dose una prevalencia de 5% a 6% de la población, cifra que varía según la edad del paciente: menor a 1% antes de los 30 años; 3% a los 50 años, y mayor a 15% después de los 70 años (1) . Son bilaterales en 10% a 15% de los casos. Con respecto a la etiología, la mayoría tienen origen en la corteza suprarrenal, menos frecuentemente en la médula, y raramente se trata de lesiones de origen mesenquimal o de metástasis suprarrenales (2,3) . Casi 10% corresponde a lesiones no neoplásicas como quistes, pseudoquistes, hematomas e infecciones granulomatosas. Sin embargo, entre todas estas posibles etiologías debemos hacernos dos preguntas que guiarán nuestro análisis y futura conducta terapéutica: si estamos ante una lesión funcionante y si se trata de una lesión sospechosa de malignidad. La imagenología juega un rol fundamental y es la llave diagnóstica en la mayoría de los pacientes, siendo clave junto a los estudios humorales para definir la conducta a seguir: observación versus resección quirúrgica. Las indicaciones de cirugía están claramente establecidas: lesiones secretantes (hipercortisolismo, hiperaldosteronismo, feocromocitoma) independientemente del tamaño y tumores con sospecha de malignidad (>4 cm, invasión local, densidad mayor a 20 UH). Asimismo, existen actualmente dos puntos de mayor controversia: uno en relación con la indicación quirúrgica de lesiones con secreción subclínica de cortisol, y otro en cuanto al costo/beneficio de los protocolos actuales de seguimiento. Rev Méd Urug 2017; 33(4):22-28
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