La ginecomastia, definida como el crecimiento del tejido glandular mamario en los hombres, aparece desde la etapa neonatal hasta la senil, puede ser unilateral o bilateral, y es de causa multifactorial, incluyendo aquellos pacientes asociados al uso de medicamentos, donde predomina un desbalance en la relación testosterona–estrógeno. Relativamente, la idiopática es la más frecuente. La mayoría involucionan espontáneamente, las neonatales por perdida del influjo transplacentario en las primeras semanas, y las puberales entre 12 a 24 meses. Se presenta como un aumento del tamaño mamario, asintomático o con hipersensibilidad por inflamación durante el crecimiento del tejido fibroglandular mamario, con una repercusión psicológica enorme, sobre todo en la etapa de la adolescencia. El estudio y manejo es interdisciplinario y se ofrece de acuerdo con las condiciones y la etiología. Aquellos pacientes púberes en quienes no involuciona reciben tratamientos médicos, o tratamientos quirúrgicos cuando falla la terapéutica o hay presión social, e incluso radioterapia en casos donde desarrollan ginecomastia con hipersensibilidad al tratamiento hormonal del cáncer de próstata.