Los criados y siervos, además de tener un claro componente funcional y utilitario, eran un símbolo de ostentación y de honra en el entramado social del Antiguo Régimen. Formaban parte de la familia y eran un elemento esencial en la administración de la hacienda y la casa. En este trabajo se intenta estudiar la servidumbre a través de las prácticas de la familia Muñoz de Otálora, prestando especial atención a los jornaleros, a los arrieros, a los mayorales y administradores, así como a las amas de cría y a los esclavos.