“…La literatura sobre factores de riesgo de violencia de género en la pareja ha demostrado que este fenómeno, aun estando presente en todo el espectro social, puede incrementar su prevalencia en función de diferentes situaciones de vulnerabilidad de las mujeres. Múltiples investigaciones, por ejemplo, ponen de relieve que el riesgo de experimentar violencia aumenta entre mujeres: con bajo nivel educativo (Ruiz-Pérez et al, 2006;Vives-Cases et al, 2010;Campbell, Alhusen, Draughon, Kub y Walton-Moss, 2011;Friedemann-Sánchez y Lovatón, 2012;van Wijk y de Brujin, 2012;Khalifeh, Hargreaves, Howard y Birdthistle, 2013); en situación de pobreza (Jewkes, Levin y Penn-Kekana, 2002;Walby y Allen, 2004;Ruiz-Pérez et al, 2006;Friedemann-Sánchez y Lovatón, 2012;Khalifeh et al, 2013;Mavrikiou, Apostolidou y Parlalis, 2014) o de exclusión (Damonti, 2019); que residen en barrios empobrecidos (Cunradi, Caetano, Clark y Schafer, 2000;Khalifeh et al, 2013) o marginales (Damonti, 2019); que han efectuado un proceso migratorio (Raj y Silverman, 2002;Montañés y Moyano, 2006;Vives-Cases et al, 2010) o pertenecen a minorías étnicas (Lanier y Maume, 2009; Daoud, Smylie, Urquia, Allan y O'Campo, 2013); que tienen problemas de adicciones (Campbell et al, 2011;Kiss, Schraiber, Heise, Zimmerman, Gouveia y Watts, 2012); etc.…”