“…En los países desarrollados, el tabaco es responsable del 24% de todas las muertes entre los hombres y del 7% entre las mujeres, aunque esta última cifra está aumentando como consecuencia de la incorporación de la mujer a esta adicción (Córdoba, Jiménez, Moreno & García, 2008). De hecho, el consumo de tabaco se relaciona con más de 25 enfermedades, entre las cuales destacan las enfermedades cardiovasculares y las respiratorias como la bronquitis crónica, enfisema y asma, además de ser el principal factor causante del 30% de todos los cánceres: cáncer de pulmón (se estima que en un 85% de los casos es provocado por el tabaquismo), cáncer de la cavidad oral y el de laringe, faringe, esófago, vejiga y riñones (Montes, Pérez & Gestal, 2004;Córdoba, et al, 2008;Lekuona, Salcedo, Morillas & Umaran, 2009). Como consecuencia de todo esto, la pérdida de esperanza de vida entre los fumadores es de 14 años de media, dato al que habría que añadir la calidad de vida perdida por el consumo de tabaco (Nerín, 2005;Córdoba, et al, 2008).…”