“…En este sentido, su aplicación ha sido más generalizada en el campo de la formación de profesionales de la salud (Prieto, 2006), concretamente en Medicina (Salinas et al, 2005;Suebnukarn y Haddawy, 2006), o en Enfermería (Hodges, 2011;Lin, Lu, Chung y Yang, 2010;Oja, 2011); mientras que, en otras áreas, como es el caso de las Ciencias Sociales, su aplicación ha sido menor García de la Vega, 2010). Aunque es notable el progresivo aumento de estudios en titulaciones como Magisterio (Sluijsmans, Moerkerke, Van Merriënboer y Dochy, 2001), Psicopedagogía (García, 2002), ingenierías (Denayer, Thaels, Vander Sloten y Gobin, 2003), o sectores industriales y públicos (Fenwick, 2002); como se observa en el meta análisis realizado por Fernández et al (2006). Conviene destacar que el ABP favorece el trabajo en equipo y las relaciones interpersonales, aspectos muy significativos en la educación, por lo que constituye una metodología muy interesante para su aplicación en la formación de futuros maestros (Casals, García, Noguera educación, puesto que la sociedad actual ya lo está exigiendo a estos profesionales .…”