“…El concepto de soberanía tecnológica (ST) aparece desde la década de los setenta en Canadá, el cual fue expandiéndose hasta la actualidad en el discurso de varios países como China, Cuba, India, Brasil y, últimamente, en la Unión Europea (Verde, 2016). Se define como la capacidad de un Estado o sociedad para dar forma de manera autodeterminada al desarrollo y uso de tecnologías e innovaciones para el liderazgo público, salvaguardando la privacidad de los ciudadanos sin verse obstaculizada por un control inadecuado o inexistente de la tecnología (March y Schieferdecker, 2021;Dávila, 2016;Calzada, 2019). También se refiere a la capacidad de un actor internacional para proporcionar las tecnologías que considere críticas para su bienestar, competitividad y capacidad de acción, y poder desarrollarlas sin dependencia estructural unilateral (Edler y Walz, 2020).…”