Un varón de 34 años sufrió, en un accidente de tránsi-to con vuelco, una fractura expuesta del tercio distal del fémur derecho (Gustilo III B) y lesión grave de las partes blandas con pérdida de cobertura cutánea y masa muscular del muslo derecho. Fue atendido inicialmente en otro centro, donde se le realizaron múltiples limpiezas quirúr-gicas por una infección recurrente, con cultivos positivos para Acinetobacter baumanii, y recibió minociclina más ciprofloxacina hasta la negativización de los cultivos (se desconocen las dosis). Finalmente se estabilizó el miembro con un tutor externo monoplanar por la cara externa del muslo y se realizó la cobertura del defecto con injertos de piel.El paciente, derivado a nuestro centro a los 6 meses de evolución, presentaba al ingresar dolor en el foco, una cicatriz fibrosa adherida de 15 cm de largo, con déficit de masa muscular y tejido celular subcutáneo, que involucraba de manera circunferencial el 70% del diámetro del muslo derecho, pérdida de capital óseo supracondíleo del fémur derecho de unos 8 cm y un acortamiento del miembro de 15 cm ( Fig. 1A-C).Se retiró el tutor externo y se realizó una limpieza quirúrgica, en la cual se encontró material necrótico en el foco. El segmento de 10 cm distales del fémur proximal presentaba mal aspecto, por lo que se decidió su resección durante el tratamiento definitivo (Fig. 1D). Con cultivos positivos para Enterococcus faecalis sensible a la ampicilina se comenzó el tratamiento antibiótico intravenoso (amoxicilina 1 g cada 8 horas y trimetoprima-sulfametoxazol (TMS) Forte, 1 comprimido cada 8 horas) hasta el alta hospitalaria. Debió completar el tratamiento antibiótico (amoxicilina 1 g cada 24 horas y TMS Forte 1 comprimido cada 24 horas durante un año).A los 45 días se realizó el tratamiento definitivo del defecto óseo con un aloinjerto estructural intercalar con hueso de nuestro banco de tejidos (congelado, no irradiado), de 15 cm de longitud, asociado a injerto molido en los sitios de contacto injerto-huésped, y un clavo endomedular retrógrado acerrojado ( Fig. 2A-D). El paciente realizó marcha con dos muletas con carga del 10% durante el primer mes posoperatorio, con una flexión-extensión de rodilla de 0º a 5º. La carga se fue aumentando progresivamente hasta llegar al 80% al sexto mes, cuando radiográficamente se observaron claros signos de consolidación e integración en las uniones injerto-huésped. Comenzó con ejercicios de flexión y extensión activa al tercer mes de la operación.Con una movilidad de 0°a 20º, eritrosedimentación de 5 mm (VN de 0 a 16) y PCR de 0,2 mg/dl (VN de 0 a 0,3), el paciente dejó la asistencia para caminar a los 10 meses. Puede verse en los controles radiográficos hasta los 3 años la progresiva incorporación y remodelación del injerto (Figs. 2 y 3). Actualmente tiene una movilidad activa de 0°a 75º y realiza una marcha ilimitada e indolora, sin asistencia.
Caso clínico 2Un varón de 26 años sufrió un accidente automovilísti-co (choque frontal a 200 km/h) y presentó una fractura expuesta mediodiafisaria ...