“…Introducción L a desinformación se ha convertido en los últimos años en un elemento inherente a la actividad política. Si bien siempre han existido las noticias falsas, no fue hasta 2016 cuando este fenómeno comenzó a adquirir un protagonismo inédito a nivel mundial, a raíz, especialmente, de dos acontecimientos de calado: las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 en las que logró la victoria Donald Trump y el referéndum del Brexit (Allcott & Gentzkow, 2017;Gómez-Calderón, 2020;Baptista et al, 2021;Kapantai et al, 2021;García-Marín & Salvat-Martinrey, 2022). Desde entonces, ha sido frecuente el concurso de las fake news en numerosos procesos democráticos, como la consulta independentista de Cataluña del 1-O, en 2017 (Alandete, 2019), los comicios presidenciales de Brasil celebrados en 2018 (Oliveira & Rossi, 2018), la consulta por la paz en Colombia (Gómez-Calderón et al, 2020) o las dos elecciones generales llevadas a cabo en España durante 2019 (Magallón, 2019;Paniagua et al, 2020).…”