El estudio de los salarios en la Europa preindustrial margina las retribuciones por piezas que, paradójicamente, dominaban las actividades manufactureras. La cuestión se aborda analizando a largo plazo los salarios a destajo en la pañería. Este estudio se complementa con información de los precios de los bienes manufacturados y estimaciones de los costes de producción y la productividad del trabajo. Las conclusiones son que los precios de venta dependían más de la evolución del coste de las materias primas que de los salarios, que estos, con un comportamiento anticíclico en términos reales, tendieron a deteriorarse y que esto fue contrarrestado con un incremento de la cantidad de trabajo invertido y de la productividad del trabajo. Los salarios por pieza hicieron de los asalariados los beneficiarios inmediatos del crecimiento de la productividad. Finalmente, la presión salarial en los períodos de intensa inflación erosionó los beneficios, afectando a los cambios de ciclo.