ResumenDurante la década de 1870, en el marco de las políticas aplicadas por el gobierno argentino orientadas a ocupar los territorios pertenecientes a los indígenas del área pampeana, distintos contingentes ranqueles fueron instalados (por prisión y/o por presentación) en los fuertes Villa Mercedes y Sarmiento, los cuales, junto a otros fortines, dieron entidad a la frontera puntano cordobesa, entre 1869-1884. Allí, mientras se ordenó su militarización desde el Ministerio de Guerra y Marina, los franciscanos -en acuerdo con el Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública-intentaron cristianizarlos. En ese marco, el gobierno nacional les prometió la entrega de terrenos, ganado e instrumentos de labranza. A nuestro entender, dichos ofrecimientos fueron parte de una estrategia del poder político militar -articulada con el proyecto misional-tendiente a neutralizar a los indígenas allí instalados, en momentos en que se planificaba el avance de la Frontera Sur a los ríos Negro y Neuquén. El trabajo reconstruye las infructuosas gestiones llevadas a cabo por los líderes ranqueles -mediadas por misioneros y militares-para acceder a algunas parcelas en el actual sur puntano cordobés. Se tiene en cuenta, también, el contexto de disputas interjurisdiccionales entre el gobierno nacional y las autoridades de las provincias de Córdoba y San Luis por el usufructo de tales tierras.