Después de 4 años, por fin, parece que la tesis, mi tesis, termina. En más de una ocasión, por múltiples motivos, he pensado que no llegaría este día, pero aquí estoy, escribiendo los agradecimientos para ponerle punto y final.En primer lugar, agradecerle a Alejandra, mi directora de tesis, que supiera ver mi potencial y me diera la oportunidad de estar con ella en el laboratorio, ayudándome y guiándome con todo lo que tenía.A José, por hacerme sentir siempre tan valorada dentro del laboratorio. Ir a tu despacho se ha convertido en muchas ocasiones en una inyección de energía.A Lourdes, responsable no reconocida de la Unidad de Citometría, por ser una persona admirable, llena de energía y, sobre todo, con un corazón enorme, que siempre me ha ofrecido su ayuda tanto en lo profesional como en lo personal.A David, por hacerme las horas de espera delante del sorter muchísimo más amenas y por implicarse tantísimo con los experimentos. Los dos sabemos que, sin tus ganas, los sabotajes del aparato habrían podido con nosotros más de una vez.A Alessandro por sacar hueco de donde no tienes para echarme una mano siempre.Tu capacidad para buscar alternativas a los diferentes problemas que han ido surgiendo me ha parecido siempre fascinante e inspiradora. A mi amiga y compañera, Elisa, por ser un pilar fundamental para mí en el laboratorio todos estos años. Sin nuestros desahogos y, sobre todo, sin tu apoyo, esto no habría sido posible. Teneros de compis de despacho ha hecho que los días fueran más llevaderos y agradables.A mis compañeros de la 5ª, Javi, Álvaro, Jessica e Inma, por los ratitos de desconexión a vuestro lado. Es mucho más fácil sobrellevar la situación de la ciencia en este país si puedes ponerle un poco de humor y, con vosotros, las risas fluyen solas.A mi familia entera, porque siempre me he sentido sumamente apoyada por todos.En especial a mi madre, por ser para mí un ejemplo a seguir. Te admiro en tantas cosas que me resulta imposible nombrarlas todas. Tu fuerza y perseverancia inagotables han sido para mí una fuente de inspiración desde pequeña. A mi padre, porque sé que estarías increíblemente orgulloso de mí, porque ya lo estabas y siempre me lo hacías saber. Porque recuerdo el brillo que se te ponía en los ojos cuando hablabas de mí.Ojalá hubieras podido vivir esto. Ojalá esta pequeña dosis de investigación sea un granito de arena en la gran montaña que supone entender cómo funciona el cáncer. Por ti y por todos.