El interés por la segmentación del discurso escrito ha aumentado considerablemente en los últimos años, un hecho que puede asociarse a distintos factores que van desde la teorización (p.ej., la necesidad de categorizar y delimiat claramente las unidades que permiten segmentar lo escrito sin caer en la sintaxis tradicional, la falta de acuerdo acerca de cuáles son las propiedades de unidades tan esenciales como el párrafo, etc.) hasta la didáctica (p.ej., la dificultad, cada vez mayor, de redactar textos escritos formales observable en la inadecuada organización y distribución informativa textual, el mal uso de la puntuación o de los marcadores discursivos y conectores, etc.), pasando por la aparición de nuevos géneros híbridos en los que las unidades como enunciado o párrafo pueden no ajustarse del todo a la producción analizada (p. ej., textos escritos en redes sociales en los que no existe una correspondencia directa entre párrafo y unidad de sentido, o en los que incluso las posiciones clásical inicial, medial, o final pueden verse alteradas). Sin duda, en comparación con los modelos de segmentación de la oralidad, que desde 2010 han experimentado un impulso y desarrollo notables en el ámbito nacional e internacional (Pons, 2014), los modelos de lo escrito, a pesar de su solidez teórica, parecen quedar en un segundo plano, eclipsados por el interés en analizar géneros como la conversación coloquial o la entrevista. El presente monográfico, compuesto por cinco trabajos que partes de marcos teóricos distintos, busca arrojar luz sobre una cuestión esencial: organizar, caracterizar y delimitar todo aquello que se encuentra por encima del párrafo y por debajo del texto como unidad superior máxima, un espacio que supone un reto para el investigador.