RESUMENA pesar de que la mayoría los sistemas públicos de bicicletas en España comienzan a desarrollarse a partir de 2007, en la actualidad se encuentran en un momento de pleno desarrollo, pues aún siguen ampliando su área de servicio e incorporando nuevos elementos. Estos sistemas adquieren una tremenda importancia como herramientas para la promoción de la bicicleta, además de ofrecer una alternativa extra dentro del entramado de posibilidades de transporte que presenta una ciudad. En junio de 2014, Madrid implantó su propio sistema público de bicicletas (BiciMAD). Este servicio resultó innovador en muchos sentidos, pues contaba con la singularidad de ofrecer asistencia eléctrica al pedaleo. Esta tecnología mitiga uno de los principales obstáculos al usar la bicicleta: la orografía. Por otra parte, el servicio incorpora un novedoso sistema de bonificaciones, una aplicación móvil avanzada y además, es el primero en ámbito nacional que cobra por uso desde la primera media hora.El artículo tiene el objetivo de estudiar los perfiles de usuarios de BiciMAD, mediante un análisis cluster que clasifica a los individuos según la frecuencia de uso del servicio. Para ello, se realizaron dos olas de encuestas a usuarios del sistema: una ex-ante a su inauguración (en mayo de 2014) y otra tras un año de funcionamiento (en junio de 2015). Los resultados arrojan 3 perfiles de usuarios claramente diferenciados (ciclistas habituales, ciclistas esporádicos y nuevos usuarios). El estudio aporta evidencias sobre un aumento en el uso de la bicicleta privada para todos los motivos de viaje de los abonados a BiciMAD, a la vez que escenifica un uso del sistema predominantemente para viajes de movilidad obligada -trabajo o estudios-, especialmente entre nuevos usuarios atraídos por las características del sistema y las innovaciones ofrecidas.
INTRODUCCIÓNEn los últimos años, la planificación ciclista está ganando popularidad como modo de transporte sostenible y saludable para reducir la congestión en las ciudades y las emisiones asociadas. En esta línea, los sistemas públicos de bicicletas se conciben como un modo alternativo de transporte, y como una herramienta de promoción de la bicicleta. Fishman et al. (2014) muestran que hasta el 20% los viajes en estos sistemas provienen del coche particular en ciudades como Melbourne, Brisbane o Minnesota. En otras ciudades, este