“…Sin embargo, en los últimos años venimos asistiendo a una reconfiguración importante de algunas de las líneas fundamentales que guían estas discusiones, tanto a escala de la península ibérica como de su contexto europeo, lo cual ha supuesto la necesidad de plantear nuevas preguntas y diseñar nuevos proyectos con nuevos objetivos. La revisión de las capacidades cognitivas y desarrollos culturales de los neandertales (Zilhão et al, 2010(Zilhão et al, , 2020Hoffmann et al, 2018;Rodríguez-Hidalgo et al, 2019;Balzeau et al, 2020;Leder et al, 2021;Rios et al, 2022), del marco cronológico del final del Paleolítico Medio y el comienzo del Superior (Wood et al, 2013;Higham et al, 2014;Zilhão et al, 2017;Kehl et al, 2018;Marín-Arroyo et al, 2018;Banks et al, 2019) o del marco paleoclimático y contextos ecológicos en los que se produjeron dichos procesos y el posterior poblamiento humano durante el Último Máximo Glaciar (LGM por sus siglas en inglés) (Moreno et al, 2014;Rassmussen et al, 2014;Carrión et al, 2018;Wolf et al, 2018;González-Sampériz et al, 2020;Marín-Arroyo y Sanz-Royo, 2022;Sánchez-Goñi, 2022), son los principales factores que vienen estableciendo las nuevas coordenadas de la discusión científica en el suroeste europeo. En este contexto, conocer la distribución espacio-temporal precisa de los últimos asentamientos de neandertales y los primeros de humanos modernos en las distintas regiones de la península ibérica, y cómo dicha distribución se correlaciona con las rápidas variaciones en los contextos ambientales y climáticos de los Estadios Isotópicos Marinos (MIS, por sus siglas en inglés) 3 y 2 (59.4-14.7 ka cal BP), supone un auténtico desafío para las nuevas generaciones de investigadores.…”