“…La relación entre el profesional sanitario y el paciente es compleja para ambos (Anastasides et al, 2019;Briones Vozmediano et al, 2018;Colmenares Roa et al, 2016;Ranque & Nardon, 2017;Reibel & Pearson, 2017;Ullrich et al, 2014) y existe una falta de confianza del profesional sanitario hacia el paciente con FM debido a la estigmatización con respecto a la enfermedad (Armentor, 2017;Colmenares Roa et al, 2016;Ranque & Nardon, 2017;Roth Damas et al, 2018). De esta forma, los pacientes no sólo tienen que soportar el dolor y el resto de síntomas incapacitantes característicos de la enfermedad, sino que también tienen que lidiar con la incredulidad existente por parte de los profesionales que cuestionan su existencia y la asocian con componentes psicológicos (Briones Vozmediano, 2018;Colmenares Roa et al, 2016;Crooks, 2015;Gill Taylor et al, 2016;Reibel & Pearson, 2017). Estas percepciones influyen en la relación y afectan a la calidad de la atención, al retraso del diagnóstico y a la toma de decisiones acerca del tratamiento (Briones Vozmediano et al, 2018;Homma et al, 2016), de manera que los pacientes se sienten insatisfechos, incomprendidos e injustamente tratados con la atención recibida y se encuentran en un estado de ansiedad y frustración continua (Briones Vozmediano et al, 2018;Durif Bruckert et al, 2015;Roth Damas et al, 2018).…”