“…En la reconstrucción de este proceso de elaboración del impreso, el editor debe dilucidar el tipo de testimonio, generalmente manuscrito, que subyace al texto que se analiza (Pollard y Wilson, 1920). Este requisito lleva al estudio de manuscritos dramáticos de la época (Greg, 1931;McKerrow, 1931) y a una clasificación de peculiaridades en el texto que permitan al editor identificar el tipo de manuscrito subyacente al testimonio impreso (McKerrow, 1931(McKerrow, , 1935Greg, 1942). El estudio de los testimonios impresos de Pollard (1909de Pollard ( , 1917 reinterpreta la aparente condena que los amigos actores de Shakespeare hacen a las ediciones en cuarto anteriores al infolio de 1623 como textos degradados y espurios, argumentado que se referían solo a unas cinco obras.…”