“…Las personas que dedican mayor tiempo a la actividad física (AF) muestran menores riesgos de desarrollar síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, hipertensión, obesidad y problemas de salud mental, como ansiedad y depresión (Belmonte Darraz et al, 2021;Esteban-Cornejo et al, 2015;Parvin et al, 2020;Wu et al, 2022). Los beneficios de la actividad física son múltiples, siendo su principal objetivo la mejora de la condición física en las diferente poblaciones (Cobo-Cuenca et al, 2019;Huang et al, 2019;Kritsilis et al, 2018;Ruiz et al, 2006) pero además, la evidencia de las últimas décadas ha mostrado la influencia de la práctica regular de actividad física en la mejorar la calidad de vida (Arbinaga et al, 2011;Ruiz et al, 2016), mejora en los procesos cognitivos (Bahdur et al, 2019;Kvalø et al, 2019;Latorre-Román et al, 2020;Van Der Niet et al, 2016), mejora de las relaciones sociales y personales (Alves Donato et al, 2021;Gentile et al, 2011) y mecanismo de prevención para las enfermedades degenerativas (Buchman et al, 2020;Ma et al, 2022;Soulard et al, 2021).…”