“…Sobre lo último es importante mencionar que la amplitud, es decir, el número de palabras que una persona puede reconocer (Alqraini y Paul, 2020), ha sido, por un lado, la más estudiada en el alumnado con sordera, y, por otro lado, considerada como un factor clave en la comprensión de textos. Todo ello en menoscabo de la profundidad, poco consolidada de cara al análisis de la influencia que el vocabulario tiene en esta destreza (Anderson y Freebody, 1985;Paul y O'Rourke, 1988) y limitada en las investigaciones hasta las últimas décadas, realmente decisivas para demostrar que no solo influye en los procesos de comprensión lectora del alumnado con sordera, sino que, además, determina estos procesos con un peso mayor del que aporta la amplitud (Leider, Proctor, Silverman y Harris, 2013;Paul, 2003) e influye en el reconocimiento visual de las palabras y su beneficio, por delante de los elementos que componen el Modelo Simple de Lectura o Simple View of Reading, en la comprensión lectora (Paul, 1996).…”