Enseñar la pronunciación del inglés en un contexto de pandemia a nivel terciario se caracterizó por la ausencia de una interacción cara a cara; aunque esta interacción facilita los procesos de aprendizaje y uso oral en una lengua extranjera, las condiciones existentes en pandemia afectaron su enseñanza y disminuyeron la velocidad de internalización de esta lengua. Se hipotetiza que la aplicación de prácticas basales en la enseñanza de la pronunciación mejorará la competencia oral. Los resultados de esta investigación demuestran que un periodo de entrenamiento formal permanente, continuo y evaluable aplicando las prácticas basales permiten alcanzar la competencia esperada.