“…Los patrones de rumia han sido ampliamente estudiados en ganado lechero adulto (DeVries, von Keyserlingk, Weary, & Beauchemin, 2003;Krause & Oetzel, 2006;Hosseinkhani et al, 2008;Adin et al, 2009;Schirmann, von Keyserlingk, Weary, Veira, & Heuwieser, 2009) y asociados a niveles de consumo de materia seca (Hasegawa, Nishiwaki, Sugawara, & Ito, 1997), composición y forma física de la dieta (Yang, Beauchemin, & Rode, 2001;Maekawa, Beauchemin, & Christensen, 2002;Salfer, Morelli, Ying, Allen, & Harvatine, 2018), estro (Reith & Hoy, 2012), estado salud (Radostits, Gay, Hinchcliff, & Constable, 2007) y bienestar animal (Bristow & Holmes, 2007;Schirmann, von Keyserlingk, Weary, Veira, & Heuwieser, 2009;Soriani, Trevisi, & Calamari, 2012). Incluso existen en el mercado collares con sensores de sonido capaces de registrar automáticamente la rumia y generar alertas a los productores cuando esta disminuye (Sistema de monitoreo de rumia Hi-Tag, SCR Engineers Ltd., Netanya, Israel).…”