“…Esta relación bidireccional comienza con la iniciativa estatal que determina, mediante un conjunto de leyes y disposiciones, el marco de lo legal. De acuerdo con este marco, los diversos agentes sociales asumen una serie de comportamientos que, conforme a sus intereses asimilan, resisten o niegan, y con ello, coalimentan los ordenamientos jurídicos y la legitimidad estatal (Damonte, 2021;Dewey, 2018;Duff & Downs, 2019;Espin & Perz, 2021;Fernandes, 2021;Freier & Zubrzycki, 2021;Froese et al, 2022;Fromm, 2019;Kaufmann & Côte, 2021;Lara-Rodríguez, 2021;Monge, 2021;Newman, 2022;Ojeda et al, 2020;Oosterbaan, 2021;Prouse, 2019;Saavedra & Romero, 2021;Stefanus & Vervaele, 2021;Stiphany et al, 2022;Thayer Correa & Tijoux Merino, 2022;Veiga & Marshall, 2019). El Estado aprende de las actuaciones de estos agentes y cuando no, ellos le imponen retos frente a los cuales se debe de proceder para alinear, mediante nuevas políticas e incentivos, las voluntades locales y regionales.…”