“…No obstante, cuando esta combinación privilegia el financiamiento externo, y ello se conjuga con un ambiente de inestabilidad financiera, puede poner en riesgo la supervivencia de las empresas, y transmitir sus efectos negativos al resto de la economía. Debido a que la inestabilidad financiera se ha presentado con mayor frecuencia, el estudio de la estructura financiera de las empresas debe constituir un tema de la agenda de la ciencia económica, que no solo adquiera relevancia en momentos de crisis, como sucedió recientemente con la crisis subprime en 2008 (Beshenov, S., y Rozmainsky I., 2015;Argitis, G. y Nikolaidi M., 2014;Mulligan, R., Lirely, R. y Coffee D., 2014). Más aún, considerando que, como lo expuso Minsky (1986) en su Hipótesis de Inestabilidad Financiera, estas son resultado de procesos que encuentran su explicación en los procesos de inversión y financiamiento de las empresas.…”