Nuevas fuentes dietarias de acido alfa-linolénico: una visión críticaNew dietary sources of alpha-linolenic acid: a critical view Rev Chil Nutr Vol. 39, Nº3, Septiembre 2012 INTRODUCCIÓN Más de 80 años han pasado desde el primer estudio realizado por el matrimonio de investigadores George y Mildred Burr, quienes demostraron que los ácidos grasos eran fundamentales para lograr un adecuado desarrollo en la rata (1). Ellos describieron el como una dieta que no contenía grasa (carente de ácidos grasos) producía una serie de alteraciones, especialmente en el crecimiento e incremento del peso de los animales, dermatitis, emaciación y alta mortalidad. Pero, cuando incorporaban, ya sea un homogeneizado de hígado, grasa láctea, o aceites vegetales a la dieta, estas alteraciones desaparecían casi por completo (1). Sin embargo, los Burr no pudieron identificar que componentes de la grasa o de los aceites evitaban estas alteraciones. Al desarrollarse las técnicas de análisis cromatográfico, fue posible identificar que ácidos grasos eran los responsables de revertir estas alteraciones, identificándose al ácido alfa-linolénico (C18:3, ALA) y al áci-do linoleico (C18:2, AL) como los ácidos grasos que estaban ausentes en las dietas experimentales.Sólo en 1963 Hansen y colaboradores demostraron, por primera vez en humanos, la incapacidad de sintetizar estos ácidos grasos indicando, además, la necesidad de ingerir una cierta cantidad de ellos al día, otorgándoles el carácter de ácidos grasos esenciales (AGE) (2).El AL y el ALA son ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (AGPICL) precursores metabólicos de un grupo de ácidos