“…Se caracteriza por su morfología aplanada, con pendientes menores del 3 %, lo cual, sumado a la variabilidad hídrica, genera problemáticas de inundaciones (Carvajal, 2009), que se amortiguan con las obras de drenaje utilizadas tanto para el manejo del régimen hídrico como para fines agrícolas y ganadería extensiva tecnificada. Las zonas cenagosas están hidráulicamente conectadas con el río Magdalena y las inundaciones se explican por la ocupación antrópica de las áreas destinadas a la regulación del régimen hídrico (Correa & Pereira, 2019). La mayoría de los cuerpos lagunares presentan procesos de sedimentación (Restrepo et al, 2018), que generan una reducción significativa del hábitat de la ictiofauna, lo que lleva a facilitar la actividad pesquera por concentrarse la población de peces en áreas más profundas (Amador, 2016).…”