El presente trabajo se realizó en el ciclo primaveraverano de 2013 en cinco localidades del Estado de México para evaluar la estabilidad del rendimiento de 36 cultivares de haba. Se eligió una serie de experimentos en bloques completos al azar con tres repeticiones por localidad. Las diferencias altamente significativas que se observaron entre cultivares, entre localidades y en su interacción (IGA) sugieren que hay suficiente variabilidad genética para iniciar un nuevo programa de mejora vegetal, que los ambientes del centro del Estado de México son heterogéneos y que la IGA significativa dificulta la identificación de cultivares sobresalientes. Estos resultados fueron confirmados al aplicar los modelos AMMI y de Eberhart y Russell modificando la clasificación de estabilidad con la propuesta de Carballo y Márquez. Los mejores ambientes fueron San Nicolás Guadalupe y Barrio de Guadalupe, ubicados en los municipios mexiquenses de San Felipe del Progreso y San Mateo Atenco. El rendimiento de grano en las cinco localidades varió de 0.24 a 6 t ha-1. Aun cuando no hubo cultivares estables, los más sobresalientes fueron los identificados como T2, T4, T5, T6, T7, T26 Y T30 (de 2.05 a 2.61 t ha-1), colectados en los municipios de Acambay, Jocotitlán, Zinacantepec y Metepec; con excepción de T4, que mostró mejor respuesta en buenos ambientes y fue consistente, T12, T23, T28 y T36 respondieron mejor en buenos ambientes pero fueron inconsistentes.