“…Destaca especialmente que entre estas características se encuentra la localización de la victimización. Mientras en la mayoría de EV se estima la distribución territorial del delito a partir del lugar de residencia de la víctima(Pina-Sánchez et al, 2021), la EVAMB geolocaliza tanto la residencia de la víctima como el lugar de la victimización, con distintos niveles de precisión.En los primeros años de la serie histórica esta geolocalización se realizaba a escala de ámbitos territoriales (agregaciones de municipios, municipios, distritos de Barcelona…). Con la mejora de los sistemas de información geográfica, desde el 2013 se codifica con coordenadas, permitiendo análisis geográficos mucho más granulares, como el cálculo de concentraciones delictivas, los flujos y distancias de victimización entre el lugar de residencia y el lugar del delito, y la relación de las victimizaciones con las características sociourbanísticas de los barrios y espacios urbanos.El sistema para codificar geográficamente las victimizaciones es el siguiente: se pregunta a la víctima el lugar exacto o la referencia más próxima de la victimización (número 14 Es pertinente señalar que se alude a una determinada construcción social de la seguridad, porque se pregunta lo que se pregunta y, por lo tanto, se contribuye a una determinada interpretación de lo que es la seguridad en el entorno urbano, y se dejan de lado, otras cuestiones que también podrían ser contempladas.15 Para ampliar información véase entre otros:Farrell et al, (2005), Farrell (1992,Saphire (1980).16 En la EVAMB el límite de victimizaciones repetidas se establece en tres episodios por cada tipo de delito.…”