“…En parte por el enfoque de la calidad del servicio entendida como satisfacción del usuario, muchas bibliotecas han tratado de ampliar sus horarios con el horizonte de la apertura 24x7, esto es, 24 horas los siete días de la semana, aunque sin reparar en los costes energéticos y ambientales asociados. Hasta la fecha el estudio específico de los horarios bibliotecarios no ha suscitado demasiada atención (Curry, 2003) y aunque más recientemente se ha investigado su relación con la equidad del acceso a los servicios bibliotecarios (Delafontaine et al, 2011), sobre todo han preocupado las dimensiones organizativas de la ampliación de los horarios (Steele, Walters, 2001;Moore, Creaser, 2010), entre ellas la exigencia de medios humanos y económicos. En cambio, no parece que el tema se haya tratado desde el punto de vista de su sostenibilidad económica y aún menos ambiental, algo justificable en la medida en que, junto al consumo energético, las aperturas producen efectos ambientales en forma de emisión de GEI.…”