La inmunidad soberana es una doctrina internacional según la cual ni un soberano ni un Estado pueden ser demandados por tribunales judiciales extranjeros. Los Estados Unidos regulan esta figura jurídica a través de la Ley de Inmunidades Soberanas Extranjeras de 1976. Dicha regulación, sin embargo, no define la inmunidad soberana de jefes de Estado. Por eso, el caso de los Estados Unidos contra Noriega resulta de gran interés, pues fue la primera vez que los tribunales judiciales de un país juzgaron a un jefe de Estado de otro país. En este caso, los tribunales cometieron un error al no solicitarle al órgano ejecutivo una aclaración oficial para definir el estatus de jefe de Estado del General Noriega. En ese sentido, la decisión no se apegó al estricto derecho y se basó en motivaciones políticas.