Se examina el vínculo de los piratas con cuatro bebidas: ron, vino, pisco y chocolate a partir de las crónicas y memorias de los mismos piratas elaboradas a partir de sus correrías por el Caribe y las costas del Pacífico americano. Se detecta una interacción bidireccional: estos productos influyeron en los piratas y a la vez, los piratas en ellos, aportando a su visibilidad, promoción, difusión y patrimonialización. Entre otros efectos, los piratas contribuyeron a la mundialización del ron, al incorporarse parcialmente a la marina británica y exigir raciones diarias de este destilado. También llevaron los primeros piscos peruanos al Atlántico y el Caribe, a la vez que promovieron el origen del pisco chileno. Además, establecieron una jerarquía de vinos en Chile y Perú según calidad y prestigio. Finalmente, entablaron un vínculo fuerte con el cacao del Reino de Quito, al cual reconocieron como el mejor del mundo.