En el Síndrome de Enclaustramiento (Locked-In Syndrome, LIS) las manifestaciones clínicas son preponderantemente de orden motor, situación que requiere de la intervención del Fonoaudiólogo, dado el compromiso comunicativo y de la biomecánica deglutoria. La disfagia en el Locked-In Syndrome está dada por la desconexión sensorial y motriz de las estructuras anatómicas de la deglución, alterando la secuencia neuromotora y sensitiva del proceso deglutorio debido a la desconexión pontina.
Dadas las características multicéntricas de la deglución, la intervención fonoaudiológica debe darse oportunamente, donde el eje fundamental de la intervención fonoaudiológica debe estar en la secuencialidad de los procesos neurofisiológicos; adoptando como estrategia fundamental el manejo de consistencias, para el fortalecimiento sensorial y motor de la deglución. Al intervenir las necesidades sensoriomotoras orales en pro de la alimentación, y usando como estrategias terapéuticas la modificación de consistencias, manejo de volúmen, postura, aditamento para suministro de alimento y tiempos de ingesta, se minimizan los riesgos en el proceso de alimentación y se pudo llegar a mantener un estado nutricional y de hidratación óptimo para la recuperación física general, desarrollado paralelamente con mejores procesos de interacción familiar que impactan positivamente la calidad de vida.