Resumen: La aplicación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) a la salud ha experimentado un gran auge a lo largo de la última década. Por sus características clínicas y evolutivas, el trastorno bipolar es una de las enfermedades mentales en las que su introducción es factible y aspectos claves como la psicoeducación o la adherencia terapéutica, se pueden ver benefi ciados a través de estas técnicas. La posibilidad del uso de sensores abre una nueva perspectiva en la identificación de marcadores biológicos en la detección de síntomas tempranos de recaída. En el presente trabajo realizamos una revisión de las intervenciones previas en el trastorno bipolar utilizando las TIC, analizamos las ventajas y desventajas inherentes a su uso y planteamos futuras líneas de investigación que incluyan ensayos aleatorizados, que avalen su efi cacia y efi ciencia, junto con una mejor defi nición de la población diana.Palabras clave: Trastorno bipolar; mSalud; e-salud aplicaciones; teléfonos móviles; tecnología.
What can new technologies offer to bipolar disorder at present?Abstract: Over the last decade, the application of new information and communication technologies (ICT) to health has greatly increased. Because of its clinical and developmental characteristics, bipolar disorder is one of the mental illnesses for which its introduction is feasible and key aspects such as psychoeducation or therapeutical adherence can be enhanced through these techniques. The possibility of using sensors opens a new perspective as to identifying biological markers to detect early symptoms of relapse. In this paper we review previous interventions for bipolar disorder using ITC, we analyze benefi ts and disadvantages attached to their use and propose future research in this fi eld, to include randomized trials for better effi cacy and efficiency, together with a better defi nition of the target population.Keywords: Bipolar disorder; mHealth; E-health applications; mobile phones; technology.
IntroducciónA lo largo de la última década hemos asistido a un sorprendente crecimiento y difusión de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC); tradicionalmente países como Australia, Suecia y Países Bajos han sido líderes en su aplicación a la salud mental (Burns, Davenport, Durkin, Luscombe y Hickie, 2010). Los analistas predicen que el teléfono móvil será la primera herramienta para la conexión a Internet en 2020 y la ubicuidad de los dispositivos personales sugiere que será factible incluirlos en la atención a la salud mental (Price et al., 2014). Actualmente gran parte de la población que acude a nuestros servicios, ha crecido utilizando de un modo natural las nuevas tecnologías. Recientemente ha publicado el informe EIU: "El paciente al poder: Cómo la tecnología móvil está transformando la salud", elaborado por The Economist Intelligence Unit. Su elaboración se ha prolongado durante un año, han participado 144 países y han intervenido líderes de la sanidad pública y privada, de farmacéuticas, biotec...