Resumen: La tesis de la maldición de los recursos naturales acuñada por Auty (1993) sostiene aún cierta vigencia en el sentido que las estrategias de desarrollo de la mayoría de los países en el Sur Global continúan estando directamente asociadas a una intensiva dependencia de la explotación de sus recursos naturales. Esto es particularmente evidente en el sector de biocombustibles donde una creciente demanda de parte de las economías industrializadas por esta fuente de energía 'renovable' ha convertido a los países Sudamericanos en proveedores globales de ese bien, incluso cuando la sustentabilidad socio-económica de este modelo de desarrollo está en la cuerda floja. Acciones cooperativas entre relevantes países productores de biocombustibles como Argentina y Brasil se enmarcan en organizaciones regionales que reflejan un concierto de gobiernos afines que componen la llamada "nueva izquierda latinoamericana". Mientras un número de incertidumbre monopolizan los debates globales sobre la sustentabilidad de los biocombustibles, los tomadores de decisiones en la región se orientan hacia el conocimiento experto en la búsqueda por superar esa limitación. No obstante, las contribuciones de los expertos para el desarrollo de biocombustibles sustentables pareciera ser funcionales a específicos intereses sectoriales (Ej. garantizar acceso a mercados externos) por sobre la resolución de los problemas socio-ambientales. Este artículo explora la relación entre conocimiento experto, política e intereses privados en los principales países sudamericanos productores de biocombustibles en un esfuerzo por determinar si los gobiernos de la región se encaminan hacia una estrategia de desarrollo sustentable para el sector.