El objetivo de este estudio fue el de valorar la eficacia y la seguridad de la toxina botulínica tipo A en el tratamiento de las arrugas glabelares. A los pacientes afectos de arrugas en la glabela que oscilaban desde moderadas y severas hasta surcos profundos, se les aplicaron inyecciones intramusculares de placebo, o bien de 20 U de toxina botulínica tipo A (Botox, Allergan, Inc., Irvine, Calif.) distribuidas en cinco puntos de inyecció n (una en el mú sculo procerus y dos en cada uno de los corrugadores). Los controles de seguimiento se realizaron a los 7, 30, 60, 90 y 120 días tras la aplicació n de las inyecciones. Se midió la eficacia de los resultados segú n la opinió n del médico en relación a la importancia de las arrugas glabelares en estado de máxi-ma contracció n y en reposo (ninguna, ligera, moderada o severa) así como la valoració n global por parte de los pacientes, respecto a los cambios comprobados en sus arrugas glabelares, que oscilaban desde ϩ4 (100% de mejoría) a -4 (100% de empeoramiento). Se incluyeron en este estudio un total de 273 pacientes (toxina botulínica, 202 pacientes; placebo, 71 pacientes). Todos los pacientes finalizaron el estudio, excepto cinco (toxina botulínica, dos pacientes; placebo, tres pacientes). Segú n la valoració n del médico en referencia a la máxima contracción, el índice de resultados (porcentaje de pacientes con índices importantes de ninguna o moderada arruga en las valoraciones efectuadas durante el seguimiento) en relació n con el grupo que recibió la toxina botulínica alcanzó un total del 77% en el día 30 y fue significativamente mayor que el índice del grupo que recibió el placebo, en cada visita de control (p Ͼ 0.001). Respecto a la valoració n de los pacientes, el índice de resultados (porcentaje de pacientes con valores de ϩ2 o mayores) fue del 89% en el grupo que recibió la toxina botulínica en el día 30 y fue significativamente mayor que el índice del grupo que recibió el placebo, en cada visita de control (p Ͻ 0.001). Los índices de aparició n de complicaciones fueron similares en ambos grupos. El ú nico efecto colateral que poseía un índice Ն 5% fue el dolor de cabeza (toxina botulínica, 11%; placebo, 20%). La incidencia de blefaroptosis fue del 1% para el grupo al que se le administró la toxina botulínica. La toxina botulínica tipo A fue particularmente segura y efectiva en la reducció n de las arrugas glabelares. (Plast. Reconstr. Surg. 114 (Suppl.): 25S, 2004.) La inyecció n de toxina botulínica tipo A, con el fin de relajar los mú sculos responsables de la formació n de las arrugas faciales, se ha convertido en el procedimiento estético más comú n realizado en los Estados Unidos de Norteamérica llegando casi a 1.1 millones de tratamientos en el año 2000. 1 El incremento en la utilizació n de la toxina botulínica se halla respaldado por un conjunto de evidencias, cada vez más fundamentadas, de que la toxina botulínica puede producir una disminución gradual del tono muscular en unos mú sculos concretos de forma segura y predecible. [2][3][4] La...