The Mediating Role of the Muscle Quality Index in the Relation of Screen Time and Abdominal Obesity with Health-Related Quality of Life in Chilean Schoolchildren

Abstract

Screen time (ST) and abdominal obesity have a negative effect on health-related quality of life (HRQoL). However, there is little information regarding the mediating role of the muscle quality index (MQI) in these relationships. The aim of the present study was to investigate the association between HRQoL, physical status (i.e., anthropometrics and fitness), lifestyle (i.e., ST and physical activity), and the MQI, and then to determine the potential mediating role of the MQI in the relation of ST and abdominal obesity with HRQoL in Chilean schoolchildren. The cross-sectional study included 750 schoolchildren (girls, n = 332 and boys, n = 418) aged between 10 and 14 years (11.73 ± 1.08 y). MQI, lifestyle, fitness parameters, waist-to-height ratio (WtHR) and HRQoL were measured. HRQoL presented a significant correlation with WtHR (r: −0.19), VO2max (r: 0.20), physical activity after school (r: 0.26), ST (r: −0.26) and MQI (r: 0.15). According to MQI, the high-MQI group reported higher HRQoL than the low-MQI group (low MQI: 36.10 ± 3.63 vs. high MQI: 37.43 ± 4.00, p < 0.001). In the mediation model, ST and abdominal obesity were negatively linked to HRQoL; the indirect effect confirmed that MQI is a partial mediator in the relation between ST and HRQoL (indirect effect = −0.04; SE = 0.02; 95% CI: −0.09, −0.01) and in the relation between abdominal obesity and HRQoL (indirect effect = −1.81; SE = 0.83; 95% CI: −3.41, −0.40). In conclusion, MQI is related to better HRQoL in schoolchildren, and the negative relation of ST and abdominal obesity with HRQoL is mediated by MQI.

Pruebas más utilizadas para la valoración del índice de calidad muscular en niños y adolescentes: Una revisión sistemática (Most Used Tests for Assessing Muscle Quality Index in Children and Adolescents: A Systematic Review)

“…En relación al objetivo de esta revisión que fue determinar cuáles son las pruebas más utilizadas hasta la fecha para determinar MQI en niños y adolescentes, se obtuvieron un total de 16 artículos que evaluaron MQI en niños y adolescentes (Akamatsu et al, 2022;Barahona-Fuentes et al, 2023;Delgado-Floody et al, 2023;Dubois et al, 2018;Fukunaga et al, 2014;Jain et al, 2023;Kołodziej & Czajka, 2022;Lee et al, 2012;Melo et al, 2022;Mota et al, 2017;Naimo & Gu, 2022;Peeters et al, 2023;Willcocks et al, 2022;Wokke et al, 2014). Estos estudios utilizaron como método de evaluación, las siguientes pruebas; fuerza prensil dividido por masa muscular de extremidades superiores (Akamatsu et al, 2022;Kołodziej & Czajka, 2022;Melo et al, 2022;Naimo & Gu, 2022), fuerza prensil dividido por IMC (Barahona-Fuentes et al, 2023;Delgado-Floody et al, 2023;Melo et al, 2022), fuerza prensil dividido por masa corporal , fuerza isométrica máxima dividido por índice de volumen muscular (Fukunaga et al, 2014), ecogenicidad del músculo a través de resonancia magnética (Jain et al, 2023;Peeters et al, 2023;Willcocks et al, 2022) fuerza máxima dividido por cantidad de tejido muscular (Wokke et al, 2014), imagenología a través de ecógrafo (Dubois et al, 2018;Lee et al, 2012;Mota et al, 2017).…”

“…Por tanto, una evaluación de la calidad muscular puede ayudar a identificar a las personas que podrían beneficiarse de intervenciones que mejoren la calidad muscular y prevenir el deterioro en la calidad de vida (Lees et al, 2019). En específico la evaluación de la calidad muscular en niños y adolescentes emerge como una pieza fundamental en el entendimiento de la salud y el bienestar (Barahona-Fuentes et al, 2023;Delgado-Floody et al, 2023). Durante la etapa de la adolescencia, se producen importantes cambios en el desarrollo y crecimiento físico, y la calidad muscular juega un papel esencial en la determinación de la salud general.…”

“…En efecto, recientes estudios han evidenciado que sujetos con discapacidad presentan una densidad mineral ósea e índices de masa muscular insuficientes (Alizadeh et al, 2019;Gorgey & Shepherd, 2010;Kopiczko & Cieplińska, 2022;Morse et al, 2019) y altos niveles de adiposidad (Gater & Farkas, 2016). Asimismo, la evidencia científica da cuenta de que altos niveles de MQI, están relacionado con un mayor bienestar en los escolares (Delgado-Floody et al, 2023) y que además presentaría una asociación inversa con parámetros psicosociales en los adolescentes (Barahona-Fuentes et al, 2023).…”

“…Sin embargo, se han encontrado limitaciones en la interpretación de estos resultados debido a la influencia de otros factores como la edad, el sexo, la estatura y la masa corporal en la evaluación de la fuerza muscular (Balshaw et al, 2021;Duran et al, 2018). En este sentido, algunos estudios han utilizado pruebas compuestas por la variable de fuerza isométrica dividido por índice de masa corporal (IMC) (Delgado-Floody et al, 2023;Melo et al, 2022), mientras que otros estudios han valorado MQI en pruebas más de laboratorio a través de imagenología (Dubois et al, 2018;Fukunaga et al, 2014). Desafortunadamente, la inexperiencia en el manejo de equipos, el alto coste económico, el tiempo y otros factores, han conllevado a que los investigadores aún no definan un método más específico que otro.…”

Perceived Quality of Life Is Related to a Healthy Lifestyle and Related Outcomes in Spanish Children and Adolescents: The Physical Activity, Sedentarism, and Obesity in Spanish Study

“…It was also pointed out that even in severe obesity in children and adolescents, an intensive one-year lifestylefocused treatment led to significant long-term improvements in quality of life, suggesting that improvements in HRQoL are related to a high weight loss, even if some weight is regained [68]. It was highlighted that abdominal obesity is a major factor affecting several aspects of children's lives, including emotional, family, and social aspects, ultimately contributing to a decline in HRQoL [69,70], and that muscle quality plays a significant role in how screen time and abdominal obesity affect the quality of life of schoolchildren [71]. Beyond the individual sphere, the weight status of parents was implicated as a contributory factor, shaping an environment conducive to poor healthy eating and inefficient physical activity [72].…”