“…En ambos casos, la puesta en marcha por parte del distribuidor de un excelente programa de marcas le aporta, además de importantes retornos de la inversión (ROI), ventajas como el desarrollo de clientes leales, creación de imagen de marca, diferencias competitivas, mayor flexibilidad, y ofrecer al consumidor más información y una mayor garantía de los productos (Hoch, 1996;Dhar y Hoch, 1997;Recio y Róman, 1999;Narasimhan y Wilcox, 1998;Nandan y Dickinson, 1994;Davies, 1998;Oubiña, Rubio y Yagüe, 2006). La creación de una proposición única de venta para un rango específico de MD es la estrategia adecuada (Gutwilling, 2000;Steiner, 2004), puesto que no siempre los consumidores distinguen entre las marcas del distribuidor de distintas cadenas (Richardson, 1997), y el incremento de la presencia de la marca del distribuidor en un mayor número de categorías favorece las ventas de ésta (Sayman y Raju, 2004).…”