RESUMENEl consumo de miembros de la misma especie acontece en numerosos organismos y debió ser practicado por los humanos durante la Prehistoria, aunque su reconocimiento arqueológico es difícil. En muchas ocasiones podemos demostrar la intervención sobre los cuerpos, pero no si hubo ingesta de la carne. Tampoco es sencillo saber las causas concretas de cada acción de canibalismo, debido a que las evidencias halladas suelen ser magras y pueden interpretarse bajo diferentes hipótesis (equifinalidad). Hemos avanzado mucho en la caracterización de las señales dejadas por el empleo de armas y cuchillos sobre los cuerpos, pero nuestra complejidad cultural produce dificultades para definir las motivaciones de los comportamientos pretéritos.Trataremos de actualizar las evidencias que poseemos sobre antropofagia en el registro arqueológico, en particular para los períodos más antiguos y para el ámbito ibérico, tratando de plantear posibles motivos en cada caso y ver si hay patrones o tendencias a nivel de especie, época, sistema económico o creencias.Los casos documentados parecen avalar un canibalismo de tipo gastronómico entre los cazadores-recolectores simples, al que se le reviste de ritualidad entre los cazadores complejos. De todas formas, desde sus primeras manifestaciones en Atapuerca TD6, apreciamos una clara consciencia en la identificación y distinción de los seres humanos respecto a otras presas por parte de los homininos.Nada parece indicarnos territorialidad o violencia reiterada durante el Paleolítico. Las redes de intercambio y la reciprocidad debieron amortiguar los conflictos en épocas de escasez o en procesos de fisión-fusión de los grupos.PALABRAS CLAVE: canibalismo, violencia, sociedad humana, tafonomía, Pleistoceno ABSTRACT Consumption of members of the same species occurs in many organisms and it must have been practiced by humans during Prehistory, although archaeological evidence for this is scant. It is