RESUMENEn el presente trabajo se analizan los límites de los enfoques del desarrollo regional que han tenido lugar en las últimas dos décadas bajo el halo del paradigma de la acumulación flexible, y, a partir de allí, se explora la posibilidad de superarlos teniendo en cuenta una nueva y redefinida implicación estatal regional sustentada en el desarrollo de altas capacidades internas (con epicentro en la calidad burocrático-organizacionales de esas oficinas), e infraestructurales (fundadas en el enraizamiento de dichas oficinas en el desarrollo de los actores económico-institucionales que actúan a nivel territorial). Primeramente, se examinan los señalados enfoques regionalistas, criticando su fuerte selectividad empíricas en torno a un reducido cúmulo de experiencias que han logrado adquirir las ventajas estáticas y dinámi-cas que imponen el exigente contexto de la globalización. A partir de lo señalado, el trabajo: a) muestra la relevancia del Estado para actuar como primer motor en la reversión de los legados y los aprendizajes que impiden a las regiones periféricas adquirir esas ventajas. b) Destaca, junto a la redefinición de la morfología y el tipo de implicación del estatal, el papel estratégico que asumen las señaladas capacidades estatales internas e infraestructurales. Seguidamente se formulan un conjunto de argumentos que coadyuvan a destacar la relevancia de impulsar las capacidades estatales en aquellas oficinas regionales que: i) actúan dentro de las áreas decisionales económicas; ii) despliegan sus actividades fundamentales en un nivel meso, potenciando las redes de cooperación territorial entre actores económicos e institucionales; iii) e impulsan, centralmente, al sector industrial. Finalmente, se formula un conjunto de pautas metodoló-gico-analíticas para el estudio de las capacidades estatales en las oficinas prioritarias indicadas. En el caso de las capacidades internas, dichas pautas diferencian, y, a su vez, muestran las articulaciones de tres campos básicos: el del hardware (evalúa cuantitativa y articuladamente los recursos y los instrumentos), el del software (procura una evaluación cuanti-cualitativa y articulada de los recursos, fundamentalmente los recursos humanos) y el del orgware (se analiza el desarrollo organizacional de los recursos, fundamentalmente humanos, antes considerados). En el caso de las capacidades infraestructurales, las pautas metodológicas procuran evaluar cuanti-cualitativamente los mecanismos y los recursos comprometidos por las oficinas estatales prioritarias en la interacción con los actores territoriales y las percepciones por parte de estos últimos vinculadas a la dinámica y fortaleza de dichas oficinas.