“…El desempeño laboral y los factores de riesgo ergonómico están estrechamente ligados, según los aportes presentados por Latip et al (2022) una mala postura física de los empleados sobre su lugar de trabajo especialmente la disposición y el diseño, influyen sobre sus actividades, encontrando una relación proporcional con su desempeño, donde un ambiente diseñado para mantener una coherencia entre los movimientos corporales, las posturas y la adaptación del cuerpo con el ambiente laboral, logran incrementar de manera satisfactoria el desempeño, la predisposición y el apego positivo con los cargos; Por otro lado, según las aportaciones de Berlín & Adams (2017) el cuerpo humano, al igual que otros organismos, está naturalmente diseñado para ejecutar distintos movimientos de manera efectiva cuando están en ciertas posiciones, por lo cual, cuando se realizan estos movimientos con instrumentos o espacios de trabajo que dificultan estos movimientos, se produce una sensación de malestar que afecta tanto al cuerpo como a la mente de los trabajadores, produciendo fatiga, dolor, incomodidad entre otros. Las condiciones inadecuadas en las que se desarrollan las tareas, logran que las actividades que en un principio se debería realizar en un tiempo determinado, termine ejecutándose en un tiempo mucho mayor, ya que los empleados deben lidiar, además de la actividad con la incomodidad de su espacio de trabajo, reduciendo así, su desempeño general.…”