La creciente demanda de minerales en el mundo y la situación de debilidad en los mercados internacionales de Europa han propiciado que la Unión Europea (UE) promueva distintas iniciativas, como la Raw Material Iniatiative (2008), claramente orientadas a fomentar la producción. A pesar de los enormes retos políticos, económicos, sociales y medioambientales que implica, la implementación de esa directiva sirvió de paraguas a una larga serie de «estrategias mineras nacionales» que han impulsado la «remineralización» del Viejo Continente. Ese proceso no fue uniforme, en especial después de la Gran Recesión, sino que las zonas de explotación se extendieron mayoritariamente por la periferia del continente. La intensa recuperación del sector dio lugar, además, a fuertes tensiones sociales. Es de particular interés en este contexto la investigación de la Faja Pirítica onubense y los conflictos derivados de la utilización del agua en la mina a cielo abierto Cobre Las Cruces, la más importante de Europa.