Este artículo es el resultado de una investigación etnográfica de dos años entre los gitanos pentecostales del barrio de Espronceda en Sabadell. Coincidiendo con la construcción el polígono de viviendas populares Espronceda a principios de los años 60 del siglo pasado, en la zona sur del municipio, una nueva corriente religiosa derivada del pentecosalismo proveniente de Francia, se expande entre la población gitana con un éxito sin precedentes. Acabará adoptando el nombre de Iglesia de Filadelfia y, desde entonces, hasta la actualidad transformará, no solamente las formas de organización de esta población, sempiternamente perseguida, también el sentido vital personal y colectivo. Esto se llevará a cabo dando forma a lo que he conceptualizado como Habitus ferviente. Este nuevo habitus adoptado por los miembros más activos de la congregación, será producto de los intensos y emotivos cultos que, mediante unas celebraciones diarias, efervescentes, sensuales y participativas y cargadas de mensajes sobre cómo guiarse en la vida, alterarán los cuerpos e irán progresivamente modificando sus prácticas más polémicas. Esta transformación afectará, tanto a la autoimagen individual y grupal del gitano, como a su concepción vital y sus expectativas de mejora de estatus y de alcanzar posiciones laborales intelectuales y no solamente artísticas o mercantiles.