“…Así se identifican estados emocionales según estímulo. Fuente: Elaboración propia a partir de Bercea (2013) y Harrell (2019 El neuromarketing mide la atención, emoción, capacidad cognitiva y memoria (Braidot, 2013); a partir de lo cual, puede diseñar y optimizar estrategias comunicacionales, altamente efectivas; sobre la máxima de que el ser humano ante estímulos es un ser irracional (Ariely, 2009), cuyas decisiones son principalmente subconscientes (Zaltman, 2003), mediando sus respuestas biológicas (Klaric, 2012) y el procesamiento cual reflejo de su identidad y normativa colectiva (Donovan, 2014), por lo que si la política se le presenta y comunica como se hace con marcas o productos, a través de factores que lo hagan atractivo, se estaría generando nuevas realidades (Chino, 2020) y subjetividades (Sforzin, 2020), pretendiendo apelar a zonas cerebrales asociadas con la supervivencia y sus emociones, anulando al máximo cualquier reflexión racional, y sosteniendo la comunicación hacia la ciudadanía, dentro de esta irracionalidad.…”