El consumo energético es uno de los principales componentes del gasto financiero en la provisión de los servicios del agua. Este deriva, en gran medida, del suministro tradicional a través de la compra de energía a las empresas suministradoras, lo que lleva asociada una determinada contaminación. Esto justifica una persecución constante del desarrollo de fuentes alternativas de energía con un menor impacto ambiental y, si es posible, con un menor coste financiero. Afortunadamente, en los últimos años se han dado constantes mejoras en la tecnología de las placas solares, por lo que su viabilidad ya no depende exclusivamente de sus beneficios ambientales o de subvenciones públicas, sino, que es una alternativa que puede ser viable económicamente en determinados casos. En concreto, en algunas regiones con una elevada escasez de recursos hídricos existe un importante desarrollo de las fuentes no convencionales, las cuales consumen una cantidad importante de energía, por lo que este trabajo estudia la posibilidad de sustituir parte de esa energía por autoconsumo a partir de placas solares fotovoltaicas. En términos generales, esta posibilidad se muestra viable desde el punto de vista financiero cuando el consumo energético es reducido, pues el ahorro que surge del autoconsumo año tras año permite compensar la importante inversión inicial que debe realizarse. No obstante, los menores precios unitarios cuando el consumo es elevado dificultan que las instalaciones de placas solares de elevado tamaño sean rentables en términos financieros.