“…Pese a esta evidencia, los estudios de precios, salarios reales y condiciones de vida -todos los cuales requieren de estructuras de gasto de los hogares para sus estimaciones-, o no incluyen el tabaco (Salinas, 1974(Salinas, -1975Quiroz, 2009Quiroz, , 2012Arroyo, Murphy & Schneider, 2011;Llorca & Navarrete, 2015) o lo consideran de manera parcial (Ramón & Larraín, 1982) 4 . Este sesgo se debe a la parcialidad de sus fuentes, dada la población en condición de reclusión a la cual interrogan por medio de cuentas de gastos de instituciones eclesiásticas, educacionales, militares, incluidas las relativas a la construcción de obras públicas, todas las cuales no contemplan la provisión de un vicio como el tabaco.…”