“…El medio puede aspirar a convertirse en un retrato lo más fiel posible sobre cuestiones sociales y culturales favoreciendo la consideración del cine como herramienta para el estudio sociocultural, como una aplicación y una técnica para el aprendizaje de cuestiones fundamentales que atañen a la configuración de los imaginarios sociales. Así, a lo largo de las últimas décadas, la relación producida entre el cine y diversos aspectos de las representaciones sociales a través de sus formas narrativas se ha configurado como un recurrente objeto de estudio, abordando diferentes temáticas, como pueden ser cuestiones de raza y género (Buccafusca, 2015;Erigha, 2015), LGTBI (Stevens, 2013;Shaw, 2014;Madzarevic y Soto-Sanfiel, 2018), religiosas (Plate, 2003), relacionadas con la pobreza (Goldgel-Carballo, 2014;Streib et al, 2016;Jarman, 2017), la infancia (May y Ramsland, 2007;Hockenhull, 2018), problemáticas migratorias (Schurmans, 2015;Colella, 2017), el envejecimiento (Ogando-Díaz, 2016;Atkinson y Plew, 2017) o la discapacidad (Gauci y Callus, 2015).…”