The relationship between pregnancy intendedness and physical violence in mothers of newborns

Abstract

Physical violence toward women during the periconceptional and antenatal periods occurs in all sociodemographic groups. Women with unwanted or mistimed pregnancies are at an increased risk for violence by their partners compared with women with intended pregnancies.

A five year follow-up study of the Bristol pregnancy domestic violence programme to promote routine enquiry

“…Irrespective of the on-going debate as to whether pregnancy acts as a trigger for domestic abuse, or exacerbates existing abuse, the violence itself causes physical injuries and psychological trauma to the pregnant woman and serious threats to the unborn child (Helton et al, 1987;Gazmararian et al, 1995;Taillieu and Brownridge, 2010). Health consequences include: recurrent miscarriage, low birth weight, fetal injury, stillbirth, and maternal death (Helton et al, 1987;Bullock and McFarlane 1989;Mc Farlane et al, 1992, 1996Hunt and Martin 2001;Valladares et al, 2002;Neggers et al, 2004;El Kady et al, 2005;Faramarzi et al, 2005;Fanslow et al, 2008).…”

Caracterización de pacientes en edad pediátrica, testigos de violencia doméstica

“…Por último, se recomienda la implementación de estrategias en servicios de intervención precoz para familias en riesgo, debido al sinnúmero de evidencias que demuestran la eficacia que tienen las mismas en la reducción y prevención del abuso y maltrato de los niños merced a los programas dirigidos a progenitores (10,19,20). Todo ello tomando en consideración, como expresan los estudios de Holt en 2008, que el impacto o sus consecuencias puede transmitirse de generación en generación cuando se trata de este tipo de exposición en la infancia (10,18 …”

Prevalencia y severidad de la violencia contra mujeres embarazadas, México

“…También la asociación entre deseo del embarazo y violencia es muy clara. 11 Por ello, se piensa que es factible la asociación sugerida en la literatura, 12 en el sentido de que la presencia de violencia puede dar lugar a un no uso de métodos anticonceptivos y tener, por lo tanto, un embarazo no deseado. Más aún, la presencia de violencia en la pareja puede limitar a la mujer la posibilidad de negociar la relación sexual, lo cual la hace más susceptible de tener embarazos no deseados; pero también la secuencia inversa es perfectamente factible: la aparición de un embarazo no deseado puede dar lugar a la aparición del fenómeno de la violencia.…”