Parenting stiles (authoritative, democratic, permissive and neglectful) play a key role in personal development and can be related to aggressive beliefs and affects in the individual. In order to examine this relationship, 769 subjects (359 men; 46.68%), with an average age of 21.89 years, SD = 2.65, were assessed in terms of parenting styles, aggressive beliefs and affects; the mediating role of affects in the relationship between aggressive beliefs and parenting styles was also explored. The study revealed that these constructs are interrelated. The democratic parenting style was found to be the most widespread. In terms of gender, authoritative styles were used more often on men than on women, among which the permissive style was the most common. No significant gender differences were found concerning democratic and neglectful parenting styles. Women were revealed to be more exposed to negative affects, and aggressive beliefs were found to be more prevalent in men. Children educated according to a democratic style scored higher in positive affects and lower in aggressive beliefs. Authoritative styles tend to lead to above-average scores in positive affects and aggressive beliefs. In addition, one in five people educated according to a permissive style returns a high negative affect score, and one in four people educated according to a neglectful style yields high scores in aggressive beliefs. Finally, parenting styles were found to have a direct effect on aggressive beliefs, an effect enhanced by the mediating role played by affects. In conclusion, the study suggests that parenting styles are related to aggressive beliefs and affects. In addition, affects were shown to play a mediating role in the relationship between parenting styles and aggressive beliefs. Finally, it is worth emphasising that, owing to the far-reaching implications of parenting styles on the psychological, social and personal development of the individual, more research needs to be undertaken, not only to examine their relationship with affects and aggressive beliefs, but also with other psychological variables involved in personal development.
Los estilos de crianza (autoritario, democrático, permisivo y negligente) juegan un papel clave en el desarrollo personal y pueden estar relacionados con creencias y afectos agresivos en el individuo. Para examinar esta relación, 769 sujetos (359 hombres; 46.68%), con una edad promedio de 21.89 años, DT= 2.65, fueron evaluados en términos de estilos de crianza, creencias agresivas y afectos; También se exploró el papel mediador de los afectos en la relación entre creencias agresivas y estilos de crianza. El estudio reveló que estos constructos están interrelacionados. Se encontró que el estilo de crianza democrático era el más extendido. En términos de género, los estilos autoritativos se utilizaron con mayor frecuencia en hombres que en mujeres, entre los cuales el estilo permisivo fue el más común. No se encontraron diferencias de género significativas en cuanto a los estilos de crianza democráticos y negligentes. Se reveló que las mujeres estaban más expuestas a los afectos negativos y que las creencias agresivas eran más prevalentes en los hombres. Los niños educados según un estilo democrático obtuvieron puntuaciones más altas en afectos positivos y más bajas en creencias agresivas. Los estilos autoritativos tienden a conducir a puntuaciones superiores a la media en afectos positivos y creencias agresivas. Además, una de cada cinco personas educadas según un estilo permisivo obtiene una puntuación alta en afecto negativo, y una de cada cuatro personas educadas según un estilo negligente obtiene puntuaciones altas en creencias agresivas. Finalmente, se descubrió que los estilos de crianza tienen un efecto directo sobre las creencias agresivas, efecto potenciado por el papel mediador que desempeñan los afectos. En conclusión, el estudio sugiere que los estilos de crianza están relacionados con creencias y afectos agresivos. Además, se demostró que los afectos desempeñan un papel mediador en la relación entre los estilos de crianza y las creencias agresivas. Finalmente, vale la pena enfatizar que, debido a las implicaciones de gran alcance que los estilos de crianza tienen en el desarrollo psicológico, social y personal del individuo, es necesario realizar más investigaciones, no sólo para examinar su relación con los afectos y las creencias agresivas, sino también también con otras variables psicológicas implicadas en el desarrollo personal.