ResumenEn este artículo se analiza la presencia de los países emergentes en la gobernanza global a través de la participación desplegada por ellos en el G-20, con el fin de identificar la posición de Argentina en este ámbito multilateral, y determinar el uso que hizo de su poder como potencia media. Para cumplir con este objetivo consideramos las cumbres de jefes de Estado y de Gobierno del G-20, desde la primera realizada en Washington, en 2008, hasta la novena llevada a cabo en Brisbane, en 2014. Observamos que más allá de las diferencias y disputa de intereses, países desarrollados y emergentes convergieron en sostener las viejas instituciones internacionales como el FMI. Argentina, de participación intensa en las cumbres pero sin una estrategia de influencia, quedó fuera de esta coincidencia y perdió poder en las reformas producidas en los medios multilaterales de crédito.