ResumenLa Tomografía por Emisión de Positrones (PET) tiene un valor limitado en el diagnóstico primario y estadificación del cáncer de ovario, aunque puede complementar a los métodos convencionales. Tampoco puede sustituir a la "second-look" dada su baja sensibilidad para detectar enfermedad micronodular. No obstante, en aquellos pacientes en los que se sospeche recurrencia, la resolución de la PET es muy alta y debe considerarse en los casos de marcador CA 125 elevado y técnicas de imágenes convencionales negativas. Los nuevos equipos híbridos PET-TAC mejoran el rendimiento diagnóstico y parece que esta técnica acabará imponiéndose a las cámaras PET dedicadas.En el cáncer de cérvix, la PET es una técnica útil en la estadificación pre-terapéutica no invasiva de la enfermedad, ayudando a una adecuada planificación tanto quirúrgica como radioterápica. El seguimiento con PET permite un diagnóstico precoz y exacto de la enfermedad recurrente, con resultados superiores a las técnicas convencionales. Asimismo, aporta datos predictores en cuanto al pronóstico y a la respuesta a la terapia que pueden ser útiles para identificar aquellos pacientes que precisen de intervenciones más agresivas. La aplicación de la PET en el cáncer de cuerpo uterino, aunque prometedora, necesita de mayor estudio para su validación.