ResumenEl tumor metastásico no siempre tiene un origen evidente, hasta en un tercio de los casos nunca se encuentra el tumor primario. Este artículo es una guía de los avances más recientes para mejorar el enfoque diagnóstico y el manejo del paciente con este tumor fatal y frecuente. El objetivo de este artículo, además de ser una guía, es ayudar a evitar errores comunes y graves. Uno de los errores más importantes es no tener en cuenta el papel fundamental de la confirmación histológica, pues esta puede evitar investigaciones innecesarias.En el artículo también se detallan los componentes de la evaluación estándar, la clasificación según su pronóstico y las indicaciones de la evaluación secundaria, que incluye las indicaciones de la endoscopia alta y baja, los marcadores tumorales, la tomografía por emisión de positrones (TEP), el papel que ocupa el perfil genético, la epigenética y el ácido desoxirribonucleico (ADN) viral. Adicionalmente, se indica el momento en que se debe detener la investigación. Recientemente, el tratamiento se ha modificado, lo que parece cambiar la historia de estos pacientes y de sus contrapartes con primario conocido.
Palabras claveTumor metastásico, primario desconocido, cáncer.
AbstractMetastatic tumors do not always have obvious origins: in one third of these cases, the primary tumor is never found. This article is a guide to the most recent advances in diagnostic approaches and patient management of these fatal and frequent tumors. An additional objective of this article is to help avoid common and serious errors. One of the most important errors is not taking the fundamental role of histological confirmation into account since it can avoid unnecessary investigations.The article also details the components of a standard evaluation, classification according to prognosis and indications for a secondary evaluation. These include indications for upper and lower endoscopy, tumor markers, positron emission tomography, and the roles of genetic profiling, epigenetics and viral DNA. It also indicates the moment at which an investigation should be stopped. Recently, treatment has changed, and these changes seems to have changed the history of these patients and their counterparts with known primary tumors.